J
ulia se habÃa puesto a mirar el cielo. Observaba ese tintineo gracioso... como si del firmamento le guiñaran millones de tiernos ojitos. Se imaginaba que las estrellas danzaban formando siluetas. Se sonreÃa. Trataba de descifrar el ritmo del brillante espectáculo. Pero era demasiado intermitente. Se preguntaba cuántos millones de esos brillos habrÃa. Le intrigaba saber que pasaba cuando se apagaban ¿Dónde se escondÃan durante el dÃa?
Julia creÃa que un inquieto personaje estelar, al que llamó Limbux, trabajaba en la noche. Ãl apagaba y prendÃa las estrellas como si fueran velas. Para ella él iba y venÃa en su nave veloz. Asà es como recorrÃa toda la atmósfera.
Todas las noches de verano abrÃa la ventana en el techo. Se quedaba horas mirando ese cuadro de luces. Algunas veces dibujaba las siluetas que parecÃan formarse. Otras veces, el escenario se embellecÃa todavÃa más, cuando fluorescentes luciérnagas se unÃan a la mágica danza.
Cierta vez una de sus amigas, la pequeña Sara, se quedó a dormir en su casa. La invitó a disfrutar de su tesoro nocturno. De repente una estrella fugaz se arrastró en el firmamento. Dejó una refulgente estela. La amiga gritó:
- ¡Una estrella fugaz! ¡Pide un deseo! - apretó los párpados y juntó sus manos.
Julia la miró y exclamó:
- ¡Pero no! Ãsa es la nave de mi amigo intergaláctico.
Sara abrió grandes los ojos y la miró boquiabierta.
Julia, que estaba muy risueña y divertida, se puso casi seria y agregó:
- SÃ, es Limbux. Ãl nos anda encendiendo estrellas.
Julia creÃa que un inquieto personaje estelar, al que llamó Limbux, trabajaba en la noche. Ãl apagaba y prendÃa las estrellas como si fueran velas. Para ella él iba y venÃa en su nave veloz. Asà es como recorrÃa toda la atmósfera.
Todas las noches de verano abrÃa la ventana en el techo. Se quedaba horas mirando ese cuadro de luces. Algunas veces dibujaba las siluetas que parecÃan formarse. Otras veces, el escenario se embellecÃa todavÃa más, cuando fluorescentes luciérnagas se unÃan a la mágica danza.
Cierta vez una de sus amigas, la pequeña Sara, se quedó a dormir en su casa. La invitó a disfrutar de su tesoro nocturno. De repente una estrella fugaz se arrastró en el firmamento. Dejó una refulgente estela. La amiga gritó:
- ¡Una estrella fugaz! ¡Pide un deseo! - apretó los párpados y juntó sus manos.
Julia la miró y exclamó:
- ¡Pero no! Ãsa es la nave de mi amigo intergaláctico.
Sara abrió grandes los ojos y la miró boquiabierta.
Julia, que estaba muy risueña y divertida, se puso casi seria y agregó:
- SÃ, es Limbux. Ãl nos anda encendiendo estrellas.
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COMENTARIOS DE LA OBRA BATTIATO, MARCELO ( hace más de un año) BATTIATO,MARCELO
MUY BUENO... TE FELICITO..!!!
Barza, Milena ( hace más de un año) Barza,Milena
Muy lindo cuento infantil, me gustó.
Alvarez Escobar,Leonel
( hace más de un año) Alvarez Escobar,Leonel
Muchas gracias estimada Milena. Muy amable. Saludo cordial
ALMADA, Silvia ( hace más de un año) ALMADA,Silvia
Hermosa historia, Leonel! Saludos
Alvarez Escobar,Leonel
( hace más de un año) Alvarez Escobar,Leonel
¡¡Gracias Silvia por las sugerencias de corrección!! Abrazo cordial!
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