Pasionaria es un libro de poemas a través de los cuales la autora se anima a salir al encuentro de sí misma y al encuentro del otro. Podría decirse que sus poemas trazan un recorrido casi geográfico por el mapa de su vida, un mapa signado por la búsqueda de sí. Escribir, entonces, es un acto para conocerse, para comprenderse: escribir para ser. Las búsquedas no siempre son fáciles, las modalidades tampoco: por eso podemos encontrar en su poesía mucho del dolor, la ansiedad, la necesidad, la lucha; pero también la honradez, el placer y la esperanza revelada en algún que otro pequeño acto de fe. Pasionaria es un libro que habla sobre la frágil condición del ser humano y sobre la necesidad de salirle al encuentro, pese a todo: amar el lado oscuro, a veces. Pasionaria es también, fundamentalmente, el deseo cumplido, el sueño alcanzado, aquel anhelo que la autora apenas se permitía enunciar en uno de los poemas que marcaría un antes y un después en su vida literaria: “…quiero escribir un libro, quiero tocar la otra cara de la luna,(…) Todavía hay ganas y una increíble fuerza contenida”. Pasionaria es, en esencia, un despertar: la demostración de que es posible.