En esta obra, Rolando L. Paciente, invita al lector a recorrer junto a él, un camino de haiku; invitación que sin lugar a dudas conlleva al asombro, la contemplación, la iluminación, y la reflexión ante una realidad cotidiana e inexplicable...Como es sabido; todo camino trae consigo el llamado implícito para realizar un viaje, el desafío mayor consiste en animarse a transitarlo, experimentarlo y redescubrirlo a través de una mirada nueva. Recorrer este camino propuesto, le permitirá al lector descubrir que él también es un camino, una fugacidad, un tránsito, o quizás una mínima huella.Una vez finalizado este derrotero de haiku, seguramente el lector estará en condiciones de vivenciar una experiencia nueva, reveladora, y de transformación plena.