Vivimos rodeados de personas invisibles. A algunas de ellas no las vemos porque han decidido ocultarse; y otras sólo conforman la escenografía de nuestras vidas, porque con nuestros delicados prejuicios, los etiquetamos y descartamos de acuerdo a la relación de utilidad que pueden tener con nosotros: mujeres y hombres a los que no les adjudicamos nombres sino ocupaciones. Pero además, hay otros que de pronto, en un día de elecciones, solemos encontrar cuando salimos a votar; una buena cantidad de gente que no sabíamos que existía, que vota con nosotros, en la misma escuela y quizás en nuestra misma mesa y que, puede incluso compartir nuestro apellido, sujetos que son nuestros vecinos y de los que ignoramos absolutamente todo; y a los cuales por un momento, un momento breve de ser posible, preferiríamos no ver. Acaso porque tenemos la certeza de que no viven ni piensan como nosotros, y porque seguramente, votan distinto. Todas esas personas, son las protagonistas de este libro. Acá debería poner un currículum de escritor y no lo tengo. Un primer libro bien guardado, algunos premios menores. Poca cosa. Sólo puedo decir a mi favor que he leído todo lo que cayó en mis manos y que he aprendido a ponerme selectivo. El pobre resultado de estos relatos no es culpa de los involuntarios maestros que he tenido.