Silvia: Leo y releo tus poemas. ¿Lo innegable?: la autenticidad. Son tan vos que estás, frente a mí en “Frattempo” este domingo gris, húmedo. Con sana envidia, envidio la serenidad de tu vida. ¿Yerro? Es posible. Las palabras frecuentemente ocultan o soslayan volcanes interiores. Pero ¡qué paz derramas y cuánta belleza! Renuncio a escribir palabrerío sobre tu poesía. La saboreo lentísimamente como a un hermoso recuerdo que no me pertenece y añoro que sea mío. Ofreces Belleza. Está en nosotros recibirla. Emma de Cartosio