En la primavera posterior al Mundial de Fútbol en Argentina, Leonor y Patricia, dos muchachas porteñas, parten en un Citröen 3CV desde El Calafate por caminos de ripio hasta el cerro Fitz Roy. Treinta años más tarde, Natalia realiza el mismo recorrido para trabajar en El Chaltén, villa surgida en el lugar. En ambos viajes, un conjunto de historias se irán entrelazando hasta develarle al lector un secreto inesperado. En este relato, el paisaje no es un escenario inmutable sino un personaje admirado o temido que también registrará los cambios producidos por el transcurso del tiempo. Calceolarias y mosquetas es una novela donde realidad y ficción se funden para rescatar el rol de las mujeres en Santa Cruz, desapercibidas como las flores junto al camino.