En ocasión de prologar el libro “Momentos poéticos”, de Miguel y Andrea Madrid, exalté el don de la poesía que ambos compartían a través de versos tan singulares como emotivos. Ahora, me place destacar en estas líneas la aparición de “Venus”, que incorpora a Rodrigo en una trascendente tríada familiar.Los poemas de Miguel, son de un notable estilo, tanto en su forma como en el mensaje que transmiten. La palabra cuidada, convincente y conmovedora, marca el cénit de nuestro ejemplar poeta. El espacio de Rodrigo, está compuesto por el impulso de una voz interior que dicta sus pasos, sus encuentros y desencuentros, los desafíos de la convivencia, los recuerdos y la angustia, que, en suma, acompañan a una poesía forjada en los avatares de la vida. El lugar de Andrea, tercera en la secuencia del libro, es fiel al espíritu de la letra que emana del corazón y su belleza. Su viaje tiene el sabor de la nostalgia y esa esperanza que se filtra por los entresijos de lo cotidiano. Es así, como “Venus” está ante nosotros, compartamos su brillo y transparencia; hagamos posible que su magia nos enriquezca el alma, con el semblante de nuestras alegrías y tristezas. David Antonio Sorbille