Marita Rodríguez-Cazaux maneja la palabra poética. La palabra saturada de significación que fluye en sus poemas, la misma palabra que marca su prosa.En todos sus cuentos, las metáforas narrativas, las imágenes bien delineadas, permiten el fluido desarrollo de la historia y de sus personajes.Como escritora cabal que es, despliega buenas ideas y halla la forma justa, el tono adecuado, los procedimientos literarios más elocuentes para desarrollarlas y transportarnos al mundo del ´todo es posible´.Beatriz Isoldi“Del glamour a la ciénaga” exhibirá las intimidades de la cotidianeidad, expondrá deseos ocultos y amores secretos y propondrá a la poesía como bastión del optimismo, de la imaginación. Con un lenguaje sólido, atmósferas cautivantes y atractivos personajes nos conducirá gratamente a través de sus páginas. Sin duda, Marita Rodríguez-Cazaux ha concebido, valiéndose de una pluma sutil y, al mismo tiempo, aguda, una obra prometedora.Fernando VegliaDice Jacobo Frijman que todas las palabras son esenciales y que lo difícil, es dar con ellas. No parece ocurrirle esto a Marita Rodríguez-Cazaux. Ella navega con facilidad en un mar de metáforas donde la vida de sus personajes son todo ilusión y frenesí. Donde siempre hay un poco de locura en el amor y algo de razón en la locura, que le alcanza para distinguir a tiempo los verdaderos de los falsos ángeles. Y donde también puede bastar, como en un eco de Brulat, un instante para ser un héroe. En realidad, una heroína de la palabra.Elsa Lombardo VerzaMarita Rodríguez-Cazaux tiene lo que hace falta para desplegar una mirada artística y con estilo personal, crear un clima y definir el rumbo que apunta a lo racional o lo irracional del ser humano; nos atrapa en un entramado de personajes y situaciones en las que el lector se siente partícipe. Sus historias muestran la crudeza del ser humano; habla al intelecto, bordea lo emocional para dejarnos la imagen externa e interna de sus personajes; nos conduce a conclusiones que nos dejan más allá de la historia, develando misteriosas formas de procesar la realidad.Marta Emilia Picotto La sensibilidad de la prosa de Marita Rodriguez-Cazaux rodea la creatividad mágica del aura del instante, de lo diferente, lo distinto: ser siempre es ser diferente. Y circula en su identidad sobre todo desde lo onírico. Sus cuentos pueden pensarse como zonas de apertura a lo insondable. Y obligan siempre al lector a modificarse después de cada lectura. Celebremos entonces la unidad de este volumen de cuentos en su más amplia diversidad temática.Federico von Baumbach