La novela, describe un contexto que permite rememorar las vivencias de la época en sus protagonistas: las clases obstaculizadas, los disturbios reprimidos en la Universidad Nacional del Noreste; la detención del padre de Bruno; el Mundial de fútbol; Margarita Belén (la tierra que guarda la sangre de los jóvenes traicionados); la Guerra de Malvinas. Todo ello palpita dentro de la digresión, que Gabriela, protagonista, remarca en sus reflexiones.Los paréntesis están representados por un juguete (el bólido azul). Se abren, por el motivo de la fiesta programada para el primer año de vida de Bruno, que no se concretó por la detención de su padre, Francisco. Ese juguete, vive con el relato y podría decirse que lleva de la mano la historia que se cierra al cumplirse el cometido final. Dentro de los paréntesis laten los años oscuros de la historia de nuestro País, y en particular los hechos ocurridos en el Chaco.A medida que se avanza en la lectura se van revelando los momentos vividos por aquella generación de los 70, en todas sus relaciones: universitarias, vecinales, laborales, culturales, afectivas. Las reflexiones de Gabriela resumen el pensamiento de muchos jóvenes que no estuvieron participando activamente de la lucha, y el laberinto histórico descripto, busca ahuyentar el olvido.Mientras tanto el bólido azul, juguete protagonista, sigue guardado y en igual tiempo Francisco. Una mujer que caminó su suerte y no lo abandonó ni un instante, poseedora de la llave de su paradero, comienza a articular los sueños.En los albores de la democracia cuando se iluminó la esperanza de miles de argentinos, todo en el relato se predispone a cerrar el paréntesis.