Tejerina crea un relato ameno, con personajes vivos, dentro de un contexto dinámico, que lleva a leer esta novela concisa de un tirón. No sólo hay en ella una aventura deliciosa, sin embargo. Sino profundas propuestas filosóficas. Quienes se introduzcan en este relato, pues, no solamente se regocijarán con una exposición singular. Sino, también, verán acrecentados sus saberes, acerca de cuestiones metafísicas profundas, que desde milenios han interesado e interesan, a los buscadores de la Verdad.JULIO CARRERASPeriodista y escritor