Los grandes olvidados de la nueva historia oficial argentina son las víctimas de la guerrilla en los años ‘70. A pesar del tiempo transcurrido, su recuerdo sigue vedado porque deja en evidencia los crímenes que cometió el demonio de la violencia de izquierda.Este libro da voz a los testigos silenciados de ese reciente pasado nacional. Es la historia, entre otras, de Francisco Alemán, quien a los 13 años vio cómo su padre, un contraalmirante retirado de la Armada, era raptado de su propia casa por un sobrino que integraba el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). O la de Silvia Ibarzábal, hija de un teniente coronel capturado en el cuartel que comandaba en Azul, que estuvo diez meses prisionero en una “cárcel del pueblo” en condiciones infrahumanas hasta que fue asesinado mientras lo trasladaban en un armario de metal. O la de la admirable Maby Picón, esposa del capitán Humberto Viola y madre de la pequeña María Cristina, de 3 años, que en estas páginas relata por primera vez de manera detallada el atroz atentado del ERP que a fines de 1974 le arrancó a su marido y a su hijita. Los casos de los profesores católicos Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri, asesinados ambos cuando iban o volvían de misa, recuerdan que las bandas revolucionarias también atacaban a civiles. Como Alberto Campos, el intendente del partido bonaerense de San Martín acribillado en una cruenta venganza capitaneada por Rodolfo Galimberti.Familiares y sobrevivientes cuentan aquí el sufrimiento que provocó el terrorismo y reclaman por fin una visión menos tendenciosa del enfrentamiento de hace cuatro décadas.