Este trabajo pone el acento en la toma de conciencia social sobre nuestro estado de decadencia, como única forma de rescatarnos de ella. Sin desconocer causas anteriores, la misma se instala como tendencia en el golpe militar de 1943 que entroniza a Perón hace 72 años. Es coetáneo con ese ciclo largo y con un cambio de paradigma. El peronismo es un sistema de poder hegemónico, no sustentable económicamente, que lleva a una progresiva degradación social y, contra lo que se sostiene en su favor, a una crisis recurrente de gobernabilidad. Este sistema se sustenta en la existencia de tres coaliciones distributivas interdependientes y asimétricas que son la coalición sindical, la coalición de la industria protegida y el poder territorial, que de distintas maneras evolucionaron en estos últimos 70 años. Estas tres coaliciones, interdependientes, que conforman el sistema de poder, están subvencionadas por el resto de los grupos sociales no suficientemente organizados y no incluidos en ellas. La subvención no alcanza para cubrir el monto subvencionado dando por resultado un desbalance que se paga cada diez o doce años con una crisis devaluatoria, ajustable con un aumento de la pobreza en el largo plazo. Esta mecánica de origen peronista es adoptada por el resto del espectro político, incluyendo los gobiernos militares y se sustenta en una hermenéutica histórica convertida en su ideología. Conclusión, se impone la superación del peronismo, de su cultura y de su interpretación histórica para salir de la decadencia, con el reemplazo de este sistema, convertido en estructura, por un sistema de partidos políticos republicanos homologables al mundo; entre ellos a nuestros vecinos.