Hay un sino inocultable que hizo que la Argentina se enfrentara varias veces con el Imperio inglés dirimiendo por las armas, con muchos muertos por ambas partes, los diferendos en algunas cuestiones vitales para nuestro país. Las invasiones de 1806 y 1807 de los ejércitos ingleses y la guerra en Malvinas son los dos enfrentamientos más sangrientos que jalonan esta historia. Hay un hilo conductor en estas guerras, exclusivas de nuestra nación a diferencia de otros pueblos sudamericanos, que nos han impulsado a combatir con Inglaterra, y no son cosa del pasado sino que son heridas que no dejan de sangrar aunque el tiempo pase a lo largo de centurias y trate de suturarlas. La novela está tejida con estos hechos guerreros y en ella se enhebran las vidas y los amores de los protagonistas que convivieron en cada época con el ruido y el resplandor de las armas y deja abierta al futuro la decisión final de un desentendimiento secular.