Alicia Danesino busca en la poesía azarosas respuestas, las que confirman su estar en el mundo y descubrirlo, estar en la fugacidad y retenerla.
Su voz sale del alma y busca penetrar el corazón de quien llega a sus poéticas afirmaciones como a un mundo que da su propia luz como una ofrenda. Y afirma: “Deslumbrada - como sobre un abismo de incertidumbre… lloran los sauces de la orilla”.
Ella descubre el llanto vegetal de esas ramas que son cielo caído junto a ella. También lo ha visto Alicia Danesino, quizá desprendimientos de un sol que ha dejado de ser. El poeta descubre soles en todo lo que lo rodea, y asimismo en lo lejano, y en lo inexistente.
Ella se siente “Viajera de soledades - escondida – en un oscuro hueco de la tierra”.
Su poesía va iluminando ese hueco que deja de ser un soterrado vacío, ya que la poesía es luz, un sol que las palabras rescatan. Alicia Danesino confiesa:
“Lloro cuando cae un hoja muerta”.
María Granata