En un mundo donde conviven seres humanos y hadas lesbianas, y el sexo, la diversión y la ingesta de todo tipo de sustancias han reemplazado a las guerras como principal pasatiempo, aparece un hombre para el que esto no es lo bastante utópico. Dispuesto a romper cualquier paradigma, el joven Tzeron se enfrentará con innumerables bestias, con la sociedad de la que se marginó y, lo que es más terrible, con su propia locura.
Se advierte al lector que “Felicidad desatada” es una obra tragicómica que debe leerse con una mente libre de prejuicios, consciente de que todo en ella tiene su razón de ser.