Esta biografía pretende dar a luz un Mariano Moreno hijo de su época, pero también busca mostrar a un joven talentoso que escribió convencido de cuanto hacía, ya fuese en el ejercicio de su profesión de abogado o desde la secretaría de la Junta Gubernativa de 1810.Las próximas páginas buscarán recuperar, en cierto modo, la vida de alguien signado por el destino como artífice de una nación en ciernes, la vida de aquel joven culto, estudioso de los clásicos franceses y frecuentador de la Constitución de los Estados Unidos, que ha inspirado trascendentales medidas que aún hoy se recuerdan. De alguien que debe ser más que un mero recuerdo, que una estatua, un óleo arrinconado o el nombre de una calle.