En Residencia del General Justo José de Urquiza, Ana María Barreto Constantín logra una vez más una estrecha y sólida vinculación entre el contenido histórico y el interés turístico; aspectos ambos a los que pretende servir este texto. Bajo este objetivo, no sólo se describen el Palacio, cada habitación, como lo expresa el subtítulo “Espacios y Objetos con historias”, sino que se documentan los hechos que los involucran o a los que les sirvieron de escenario. Ana María ayer nos presentó al Palacio “latiendo” y hoy “exhibiéndose”; y este que es metáfora, es el mismo que sabe del canto de los poetas que como una joya italiana lo vieron abriéndose en el aire a través de dos torres que lucen como rosas. O como lo calificaron Reynaldo Ros y Enrique Mouliá, el primero como una “reliquia” y el segundo como “un trasplante europeo en la tierra pródiga y bravía” o simplemente “el hogar de un caudillo que tuvo señorío criollo y supo gustar, junto con los halagos de la opulencia, las emociones del arte”. Y es por los caminos del arte –sus expresiones, sus objetos– por donde Ana María nos lleva a recorrer el Palacio, digo, nos lo pinta u ornamenta, para hacer memoria. Prof. Luis Alberto Salvarezza