En la poesía de Alicia Benítez la dimensión figurativa de la palabra, la capacidad de sugerir, de recuperar la atracción por las imágenes, la increíble fuerza de las alegorías, convergen armónicamente. Simple Roca contribuye a crear un paisaje mental, aparentando un antagonismo que la autora se propone imponer en apariencia, pero la convergencia llega en armonía total a través de estos textos. Lo fascinante de este libro es la dimensión figurativa de la palabra, la capacidad de sugerir, de recuperar la atracción por las imágenes, la fuerza y el contenido estilístico. Alicia entiende ese particular mundo de la poesía, si no escribiera quizás le sería incomprensible; la escritura es su manera de descifrarlo. La única certeza es que para ella escribir no representa trabajo alguno, es un juego, un placer voluptuoso y sensual, escribe con pasión y ese entusiasmo hedónico es el que logra transmitir en cada palabra, grietas de luz en el laberinto de la existencia.