Los trabajos que integran este volumen hacen hincapié en el enfoque de la especificidad histórica del fenómeno de la traducción y en el trazado de sus perfiles histórico-culturales concretos, con el fin de iluminar el sentido de esta pequeña parcela del quehacer humano y su relevancia en el conjunto de las producciones simbólicas de la cultura europea.La consideración histórica de la traducción medieval se impone por la simple comprobación de que la noción de traducir es una noción histórica: en la medida en que las traducciones envejecen –y por ello no sirven a los valores culturales de todas las épocas–, cada época debe retraducir los textos que constituyen su herencia. A la vez, en el caso concreto de nuestro período, no existió una teoría medieval de la traducción, en la medida en que no fue una actividad netamente diferenciada de la glosa o del comentario.A lo largo del libro se ilustran casos particulares, tanto de traducciones “verticales” como de “horizontales”, sin dejar afuera otras formas del traslado que se dan en el ámbito europeo vernáculo: el pasaje del verso a la prosa, de la épica al romance, de la oralidad a la escritura, modalidades específicamente medievales de la traducción que requieren ser tenidas en cuenta para una genuina comprensión del panorama general.