Desvelos del espejo y el sueño. Arcanos que señalan y ocultan nuestro propio enigma. Palabras que escapan de un lugar y un tiempo en el pensamiento. Una voz, una melodía, un papel asomados al mundo. Palabras que anillan e intentan explicar el misterio y el desafío de la vida que conocemos, y a la que pertenecemos Palabras que toman un cuerpo y alma en la Poesía. Y allí surge otra génesis con su belleza y sus miserias, con su lógica y sus desatinos: el hombre que también es una poesía. Extraña pertenencia que reúne y apocopa los significados del universo en una combinación y se expresa como una fórmula adherida a los sentidos. Un espíritu que persiste en el palimpsesto de los tiempos y no deja de sorprendernos. Una llave al secreto, un destino presto a reverberar, entonces, quién, no distrae un instante frente al texto poético, tal vez, sea una de las tantas y posibles respuestas. El aquí y el ahora en cada una de las poesías y en sus autores se abre a esa otra existencia que da el libro. Extraña Pertenencia es el libro que reúne, asocia, y convoca desde sus efectos casuales y causales. Códigos que nos alcanzan de modo impensado, como si hubiera un plan ya establecido. Aguardan en sus páginas: silencios de historias nunca contadas, ropas que desnudan, promesas de olvido, espirales de pasión, el por qué de los postigos cerrados o tan sólo algo como: ...de pronto mirarnos, porque antes, otro, nos miró. Extraña pertenencia; pasos en un paisaje donde no duermes porque despierto sueñas y, si te quedas dormido, el sueño te despierta para seguir soñando. Marta Mutti