Estas cinco obras de teatro constituyen una pálida puesta en escena de la teoría escritural GRONS. En concreto, se trata del esbozo de una dramaturgia fenomenológica en la cual el puro atenerse esencialmente a lo que acontece encima del escenario hace que, por eso mismo, queden puestos entre paréntesis, obviados, los presupuestos que subyacen bajo el concepto aristotélico de mimesis. Concepto que, a pesar de estar teóricamente “superado”, sigue contaminando la escritura teatral, y no tan teatral, del siglo XXI